Mi nombre es Violette, llevo siete años aquí dentro y he nacido en el seno de una familia de poder. Aun así, fuerzas más que sobrenaturales me impiden retomar mi antigua vida. Nunca creí que en los años de mi existencia el destino fuera capaz de hacerme llegar donde estoy y ser lo que soy.
Tengo una fuerza sobrehumana, una inteligencia destacada, una vista impecable tanto de día como de noche, un olfato distinguido, unos reflejos excelentes, una destreza increíble y una velocidad que te deja sin aliento. Sin embargo, esto no es suficiente como para intentar escapar de este lugar.
A ojos de humano, esta es una gran oportunidad de vivir la vida; pero a ojos de seres como nosotros, puede llegar a ser incluso una tortura. Una vez que entras jamás volverás a salir.
Capitulo 1
La suave luz de la luna es lo único que puede traspasar la ventana y baña delicadamente mi piel mientras mi interés por la manera en que el tiempo transcurre va disminuyendo poco a poco. Por alguna extraña razón un mal presentimiento cruzo por mi mente al tiempo en que mi pequeño momento es interrumpido por unas manos que rodean mi cintura y una voz masculina susurra:
-Así que aquí estabas, no podía encontrarte. Pensé que algo te había ocurrido.
-No te preocupes, no era necesario que me buscaras ni que interrumpieras mi tranquilidad.
Sus brazos me sostuvieron con más fuerza al decir: No tienes que ser tan fría, solo me preocupo por ti.
-Te lo agradezco, siempre te agradeceré que estés a mi lado, aunque la mayor parte de las veces no sea voluntario.
Zack es un vampiro al igual que yo y lo único que nos diferencia es que lo salve de la perdición y que soy de un mayor linaje, debido a esto él debe protegerme, servirme y alimentarme, como una manera de pagarme.
-Nuevamente interpretas mal el asunto- dice al besar mi mejilla. – Eres consciente de que si no tuviera esta “deuda” contigo, estaría siempre junto a ti para lo que necesites.- Su cabello brilla con los rayos lunares, sus ojos color miel resplandecen con intensidad y su blanca tez resalta en la oscuridad. Lo estudie con la mirada y pude delimitar que él es el único que jamás me defraudara, el único que me amara por toda la eternidad.- ¿No tiene sed bella dama?
Mis labios dibujaron una sonrisa, ese tono amable e irónico que usaba para referirse a mi alimentación es uno de mis favoritos. Aquí no tenemos necesidades: no podemos sentir hambre, sueño, frío o calor; aunque tampoco se nos impide comer o tratar de aparentar que dormimos.
Entre uno de los deberes que tiene que cumplir Zack es el de brindarme su sangre para aliviar mi sed. Sí, él posee sangre a pesar de que es un vampiro, pero solo la tiene porque antes era humano. Fue convertido por un vampiro de la nobleza, fue una conversión completamente irresponsable y clandestina, por lo que su creador fue condenado y él encerrado para evitar que causara daños. Aún así Zack logro escapar.
Durante su fuga se topo con un demonio a quien desafío y al no conocer las reglas estuvo a punto de caer en las peores manos. Lo rescate, lo salve a tiempo. Nosotros los de linaje destacado no tenemos sangre ya que somos de raza pura, por lo que nuestro deber es mantener la especie lo más limpia posible y salvar a todos los contagiados para impedir desgracias. Dentro de las reglas establecidas, cuando un noble salva a un neófito, el noble debe encargarse del neófito y a su vez este ultimo debe convertirse en la presa del noble y entregarle su sangre, una manera de pagar por la salvación. Esta acción crea un lazo vital irrompible.
Regrese de mi trance y le conteste-No gracias, sabes que nunca tendré hambre estando aquí encerrada.
-Pero no quiere decir que no la necesites. Jamás me perdonare que la señorita se debilite por culpa de mi falta de preocupación.- Tomo mi mano derecha y la coloco en su cuello invitándome a beber acompañado de un cálido gesto en su rostro.
-Así no es justo, no me provoques.
Titubee y justo en el momento en que iba a morderlo, por el pasillo pasaron jugueteando 3 almas bastante brillantes pero muy débiles, ese tipo de almas corresponden a las de los niños: demuestran toda su inocencia y felicidad a través de los destellos pero como niños la energía que poseen no es lo suficiente como para hacerle daño a alguien por lo que se les considera inofensivos. Interrumpieron el momento con sus risas, así que me aparte de Zack lo más rápido posible para que no pudiera tentarme nuevamente.
-No te escapes, tendrás que hacerlo y me encargare de eso.
-No te enojes, es solo que ahora no me apetece. ¿Qué tal si vamos a pasear por allí?, mis sentidos dicen que podemos encontrar algo interesante.
-Está bien, pero no me olvidare de lo que tienes pendiente.
Nos alejamos de la ventana dejando atrás el desolador paisaje que se podía apreciar a través de ella y nos encaminamos por los oscuros pasillos. En este lugar había demasiados y cada día descubrías uno nuevo; son largos, húmedos, de ladrillos viejos y fríos, en cada uno puedes encontrar puertas grandes y solidas que son capaces de transportarte a un ambiente casi tan real como los del exterior, lo que hace que por un minuto olvides la condena eterna del encierro. Esa gran cantidad de pasillos y salas son necesarias para la enorme variedad de especies que habitan este lugar y también para evitar todo tipo de ataques y peleas, lo que ciertamente ocurrían más de lo normal.
En los corredores no hay ventanas ni nada que pueda mostrarte el exterior, de hecho las ventanas solo se encuentran en lugares casi exclusivos que solo algunos pueden encontrar como premio a su comportamiento.
Zack tomo mi mano, lo que hizo que retornara mi atención a la actualidad y me frunció el ceño, no le agradaba que me callara y me encerrara en mi pequeño mundo a pensar y recordar cuando estuviera con él.
-Eres capaz de hacer tantas cosas, posees tantas habilidades y lo único que haces es sumergirte en tu mundo impidiendo una conexión con el resto.
-Lo siento, es inevitable. Tantos años viviendo y otros más aquí encerrada han hecho de esa actitud una costumbre.
En ese instante logre escuchar a lo lejos unos pasos muy apresurados dirigiéndose a nuestra posición, me detuve sin importarme las preguntas que me hacia mi inexperto compañero y cerré los ojos para poder concentrarme. Comencé a trasladarme con la mente hacia el lugar de donde provenía aquella actividad; recorrí pasillos y traspase puertas buscando a ese individuo que ponía mis sentidos en alerta y rápidamente me tope con su silueta en el techo de un corredor próximo al nuestro, sin embargo no pude verle el rostro. En un segundo abrí los ojos y supe que corríamos peligro.
-¿Qué es lo que sucede Violette?
-Nos quieren cazar. Es mejor que te prepares.
-¿Quién?
-No lo sé, no logro identificarlo y a juzgar por eso, debe ser alguien bastante fuerte. No cualquiera puede bloquear mis rastreos.- me ponía de mal humor ese tipo de acontecimientos, el no saber quién nos atacaría y que también eludía mi búsqueda, era detestable.- Bueno, eso hace que el día a día se ponga más interesante, ¿no lo crees?
-En cierta parte te encuentro razón.-Me tomo del brazo y comenzamos a correr a toda velocidad.
Aun corriendo tenía mis sentidos puestos sobre nuestro cazador y me desesperaba ya que se acercaba más rápido de lo que podíamos correr. Los pasillos eran como un laberinto mas no siempre podías escapar de tus depredadores, así que en esta oportunidad me estaba mentalizando para la lucha. A todos alguna vez en la vida nos toca pasar por diferentes roles, en mi caso, siempre he sido la que amenaza y asecha a sus víctimas, pero ahora me fastidiaba ser la presa.
-¿Dónde está?- Zack a pesar de ser un vampiro y tener grandes cualidades no tenia las mismas capacidades que un vampiro de raza pura, por lo que es muy fácil que ellos sean vencidos en cualquier enfrentamiento por culpa de la inexperiencia.- ¿Aun nos sigue?
- Si, tiene una gran determinación y no parara hasta cumplir con su ideal.- A pesar de la gran velocidad a la que corríamos podía ver mi entorno con gran detalle: los ladrillos de las paredes, las grietas del techo, los tallados en las grandes puertas. Hasta que uno de esos detalles llamo en especial mi atención, en una puerta había manchas de sangre.
Tome la mano de Zack y lo detuve bruscamente- ¡Alto!, esto es una trampa. Mira con detención aquella puerta: tiene sangre y eso es una marca.
-Que lista, eres bastante inteligente para ser tan joven, ya que no tienes más de un milenio.-Esa voz surgió en mi mente de un momento a otro.
Me congele, no podía creer que estuviera tan cerca para poder sumergirse en mi mente.- ¿Quién eres y que quieres de nosotros?- conteste al instante.
-¿Nosotros? Más bien dicho de ti. Se lo que eres y no podrás escapar de mi.
- ¿Violette? ¿Qué ocurre?- Dijo Zack contrariado.
-Me quiere a mi… me quiere a mi.- Susurre. No era capaz de mover un musculo. Trate de bloquear mi mente y contrarrestarlo para introducirme en la de él. Funciono.
-Dime que es lo que quieres conmigo.
-Felicidades querida joven, lograste inmiscuirte dentro de mí. Lo has hecho sin mi permiso, así que deberás ser castigada. Sufre.
En ese instante mi cabeza me comenzó a doler demasiado, mis oídos resonaban fuertemente, mis ojos ardían, mi garganta se cerraba y mis rodillas se doblegaron al escuchar su voz en mi interior. Caí al suelo con la vista borrosa.
-Maldición… - Pensé, estire mi mano buscando el rostro de Zack. –Este tipo es muy fuerte, nadie nunca antes había podido hacerme algo así, pero ¿Por qué? Estoy muy débil, no podre luchar.
De pronto una risa profunda se oyó en mi subconsciente y el dolor desapareció.
Como si estuviera lejos, pude escuchar la voz de Zack que me decía: Vamos, levántate, debes alimentarte ahora. Me ayudo a incorporarme y me apoyo en su hombro, fatigada logre acercarme a su cuello mientras podía oler el peligro. En cuanto mis colmillos penetraron su piel pude sentir la sangre fluir, aquel líquido que representa mi fuerza y lo que me permite vivir cuerdamente. En su sangre podía percibir la intensidad de sus emociones y distinguirlas claramente: miedo, frustración, preocupación, amor, deseo. Comencé a recuperarme y a sentir que mi cuerpo se fortalecía con cada gota que bebía, pero ya era suficiente.
Me pare con cuidado, mire detenidamente los ojos de mi compañero y le dije:
-No tenemos escapatoria, debo enfrentarme a ese desgraciado. Ten mucho cuidado, es capaz de saber lo que piensas y puede manejarte como a un títere si le place, todo con la mente.- me acerque y le di un suave beso en los labios.
- No soy un niño.- me dijo con un tono dulce.
-Pero eres vulnerable, aun eres demasiado joven y… no soy tu creadora, si lo hubiese sido, hace bastante tiempo estarías preparado para algo como esto. Es mi culpa y debo encargarme de ti.
-Oh, que encantadora. No conocía ese lado tan cálido en ti. Pero basta de romances y terminemos con esto.
Mire rápidamente buscando el origen de aquellas palabras y encontré a quien las pronunciaba. Estaba al otro extremo del corredor, parado y muy tranquilo; lucia como un humano normal: alto, de tez clara y ojos cafés, pero acá es imposible encontrar a un ser como ese. Lo analice con la vista y pude determinar que intentaba aparentar algo que ya era evidente.
-¿Un humano? ¿Escapamos de un humano?- dijo Zack.
-No te confíes, las apariencias engañan.
-Se nota que tu compañero es bastante ingenuo y por ende es un novato en todo esto. Será aburrido, ya que no sabe pelear como supongo que tu lo haces querida.
-No me subestimes.- con estas palabras Zack corrió a atacarlo, pero antes de que siquiera pudiera tocarlo, nuestro cazador lo golpeo y lo tomo por el cuello con una sola mano para ahorcarlo y arrojarlo contra la pared.
Luego su mano izquierda se deformo, haciendo aparecer unas garras descomunales con las que profirió variados cortes en el cuerpo de Zack especialmente en las articulaciones como muñecas, rodillas, codos y cuello para finalizar perforándole el hombro. Con esto lo dejo en el suelo, volteo y mirándome apaciblemente dijo:
-¿Lo ves? Es demasiado fácil.
Él no era cualquier espécimen, era un demonio controlador; capaz de controlar estado tanto físico como mental, categorizado dentro de un grupo de excelentes cazadores y adoradores de la tortura. La apariencia de humano era solo una simulación, ya que cuando comienzan a combatir poco a poco dejan ver su verdadera forma. En este caso, el brazo izquierdo dejaba entrever una piel oscura y putrefacta, seguida de unas filosas garras.
Se agacho junto a Zack y comenzó a lamerle todas las heridas de las cuales brotaba su sangre.- Es bastante sabroso y reconfortante, ahora entiendo porque te alimentas de él.
Esta última acción me hizo enfurecer, a tal punto que comencé a producir veneno en mi boca. Estaba totalmente segada por la furia. Mis manos temblaban, pero no de miedo si no que de deseo, deseaba en ese instante aniquilarlo lo antes posible. Sentí como mis músculos se contraían preparándose para la lucha, mi mandíbula estaba rígida, mi boca llena de veneno y mi mente bloqueada, lista para matar.
En un segundo estuve a su lado, y lo golpee en la cara, de tal forma que logre que se alejara de Zack. Un instante después estaba en frente de mí y comenzó a atacarme despavoridamente, trate de esquivarlo y le pegue en su torso. Continuo a eso su otro brazo comenzó a desfigurarse transformándose, mientras de su espalda aparecieron unas enormes alas negras; la piel de su cara dio paso a otra más viscosa y desagradable y un aroma a putrefacción exhalaba con cada movimiento.
El olor que emitía colapsaba completamente mi olfato y me enfurecía. Comencé a idear una táctica para poder deshacerme de él. Así, disminuí mi velocidad con el fin de que me atrapara, siempre recordando bloquear mi mente para que no se adelantara a mis movimientos.
-¿Qué te sucede? ¿Acaso ya no puedes más?- su voz tenía un tono burlesco y sombrío.
- A ti eso no debería interesarte, deberías sacarle provecho, es un conocimiento mínimo para un asesino como tú.
- No me hagas terminar contigo más rápido y hacerme caer en el arrepentimiento por no disfrutar por más tiempo de tu compañía querida.- Con esto se acerco a mí para tomarme de los hombros y rodearme con sus alas creando una cámara donde él y yo quedábamos juntos, para impedir toda escapatoria.- Gracias por el momento, hermosa vampira.
- De nada, imbécil.- Y en seguida curve mi cuerpo y entorne mi brazo, con el cual con un solo impacto, atravesé su vientre; un horrible gemido salió de sus fauces y las alas se abrieron. De inmediato me libere de sus garras para posicionarme detrás de él y darle un golpe en la espalda, dejándolo en el suelo.
Acto seguido, tome sus alas y las arranque de raíz de su espalda, para tomar con mis manos sus dos brazos y girarlos poco a poco, para escuchar el glorioso sonido de huesos astillados y rotos. Mi rostro reflejó una pequeña sonrisa de satisfacción, el placer de la venganza y la muerte siempre me había seducido en momentos en los que mi existencia corría peligro y me ayudaba a acabar con mis enemigos, tal como ahora. Termine por desgarrarle sus miembros.
-Adiós, maldito engendro.- Posicione mis manos en su cabeza y luego de una risa profunda de mi atacante las gire bruscamente para dislocarle el cuello y terminar con todo este asunto.
Tire lejos el cuerpo del demonio y lo vi deshacerse en el suelo, limpie mis brazos llenos de un liquido negro y corrí donde Zack, quien yacía inmóvil en el piso. Lo tomé cuidadosamente y coloqué su cabeza en mi pecho.
-¿Zack? Despierta, por favor.
Lentamente abrió sus ojos, me miró y dijo: Que tonta eres, te arriesgas demasiado solo por mí.
-No seas absurdo, es mi deber como tu dueña.- Acaricie su rostro y le mire directamente al decir- No quiero que esto vuelva a repetirse, el hecho de que termines así y no seamos capaces de defendernos de la mejor manera. Voy a hacer algo y no me interesa si te agrada o no, estas a cargo mío y son mis determinaciones.
Con esto un líquido corrosivo comenzó a fluir dentro de mi boca, en el cual se concentraban mis mejores características y cualidades como depredadora. Gracias a esto, nosotros los vampiros puros podemos transformar humanos. Una vez que acumule lo suficiente, me acerqué a Zack y le mordí su cuello y sus muñecas, transmitiéndole así lo necesario para poder fortalecerlo. Este es un rito a través del cual podemos nombrarnos realmente dueños y señores de los convertidos, podemos entrenarlos y enseñarles nuestros conocimientos ancestrales.
Nunca antes había querido hacerlo, ya que una vez concretado el proceso privamos de toda libertad a nuestros compañeros, se crea una fuerte dependencia. Soy bastante egoísta y orgullosa, pero nunca lo suficiente como para hacerle algo así a quien más amo, lamentablemente, estoy consciente de que próximamente eventos parecidos ocurrirían otra vez y no quiero perderlo por no haberme preocupado de él.
-No te preocupes, luego de esto te sentirás mejor, sanaran tus heridas y tus habilidades serán mejores.- le dije.- Aún así, deberás soportar todo un proceso previo.
-Si con esto podre estar contigo el resto de la eternidad, no me interesa por lo que tenga que pasar.- cerró sus ojos y todo quedó en silencio.
Continuara~