Sentada sobre la nieve, no consigue encontrar el hilo de sus
pensamientos, solo sabe que está siendo cubierta por un fino y helado manto
blanco que cae sin límites, que no tiene intenciones de detenerse. Y cada copo
que roza suavemente su piel es un segundo más de vida que se escapa entre sus
latidos.
No existe el tiempo, no existe el calor en sus mejillas ni
mucho menos las fuerzas que necesita para levantar la vista y tomar una
determinación. Su cuerpo congelado no responde a los llamados incansables de
supervivencia, solo acepta lentamente la manera en que sin razón ha acabado en
aquella situación.
-Destino... tal vez.- piensa mientras una sonrisa débil
intenta adornar sin ánimos su rostro. Poco a poco los párpados cierran sus ojos
ausentes de color ante la tentación de un sueño del que jamás despertará.
Aunque sabe que todo esfuerzo es inútil, intenta respirar
profundamente mientras errante vaga en su mente lo que puede ser lo único que
no la deja abandonar este mundo.
Mas cuando el níveo color del suelo y el cielo fueron solo
uno y el gélido tacto de la nieve y su piel igualaron temperatura, un
suspiro de resignación desesperanzada escapó lentamente de sus labios, sabiendo
que aquel pensamiento nunca se concretaría, despojándose melancólicamente de
todo lo que alguna vez fue.
Para finalizar un camino y comenzar otro.
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